En España, las pensiones por incapacidad permanente son fundamentales para garantizar el sustento económico de aquellos trabajadores cuya capacidad laboral se ha visto reducida o anulada debido a una enfermedad o lesión. Sin embargo, recientes informes señalan que la Seguridad Social está archivando el 95% de las solicitudes de incapacidad permanente, lo que ha generado preocupación entre los afectados y los profesionales del derecho laboral.
Según los abogados de ‘Fidelitis’, especializados en incapacidad laboral, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) deniega de manera casi sistemática la mayoría de las peticiones presentadas por los trabajadores. Además, en los casos en que se reconoce la incapacidad, a menudo se otorga un grado inferior al solicitado, lo que implica prestaciones económicas más bajas para el solicitante.
Principales causas de las denegaciones
Los expertos de ‘Fidelitis’ identifican varias razones por las cuales el INSS rechaza la mayoría de las solicitudes de incapacidad permanente:
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Endurecimiento de los criterios: En el pasado, las pensiones de incapacidad permanente se concedían con mayor facilidad. Actualmente, el proceso se ha vuelto más riguroso, dificultando el acceso a estas prestaciones.
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Desconocimiento de los procedimientos: Muchos solicitantes no están familiarizados con los requisitos y pasos necesarios para presentar una solicitud adecuada, lo que lleva a errores y, en consecuencia, a denegaciones.
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Errores en la documentación: El INSS aprovecha cualquier fallo o inconsistencia en la documentación presentada para justificar el rechazo de la solicitud.
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Impacto económico: Las pensiones de incapacidad permanente representan un gasto significativo para las arcas públicas, lo que podría motivar una política restrictiva en su concesión.
Recomendaciones para los solicitantes
Ante este panorama, los abogados aconsejan a los trabajadores que cuiden meticulosamente cada detalle al preparar su solicitud de incapacidad permanente. Es esencial contar con asesoramiento legal especializado para garantizar que se cumplan todos los requisitos y se eviten errores que puedan ser utilizados como motivo de denegación.
Además, es importante destacar que, aunque la vía administrativa pueda resultar desfavorable, existe la posibilidad de recurrir a la vía judicial. Muchos trabajadores que inicialmente vieron rechazada su solicitud han logrado obtener el reconocimiento de su incapacidad permanente a través de los tribunales.
En conclusión, aunque el proceso para obtener una pensión por incapacidad permanente se ha vuelto más complejo, una preparación adecuada y el asesoramiento profesional pueden aumentar significativamente las posibilidades de éxito. Es fundamental que los trabajadores conozcan sus derechos y los procedimientos adecuados para ejercerlos de manera efectiva.